La familia Cremades se ve en la necesidad de abandonar la gran ciudad para irse a vivir a un pequeño pueblo, en una vieja morada, donde según los lugareños, por las noches se escucha el llanto de un niño, el mismo que muchos años atrás murió en extrañas circunstancias.
Marc y Carol, los hijos de los Cremades están afectados de una discapacidad, que añadida al hecho de no ser del pueblo, hace que sean, especialmente él, centro de las fobias de un grupo de niños y niñas capitaneados por el hijo del alcalde.
En el desván del viejo caserón Marc encuentra, dentro de un baúl arrinconado, una tabla de ouija con la que se abre una ventana a toda una serie de acontecimientos.
Cada capítulo en una nueva aventura, pero sin perder el hilo central de esclarecer la verdad sobre la extraña muerte acontecida en la posguerra.
Marc deberá enfrentarse en esta ocasión al reto de rescatar a alguien muy especial para él; para ello contará con la ayuda de un enigmático personaje que, haciendo uso de un mágico caldero y la ayuda de una lechuza, proporcionará al hijo de los Cremades los medios para lograr su fin.
La banda de acosadores, encabezada por Pedro, seguirán con sus maléficos planes, centrándose en esta ocasión en un nuevo alumno recién llegado a Vall Cordina, pero que, debido a sus anteriores experiencias en el bullyng, dará al traste con los planes de los acosadores.
Como en el libro de “Marc y la Ouija” la pareja de policías locales Toni y Marta serán cruciales en la ayuda del rescate.